Resolución Conjunta (MS-MAGyP)
834/15 y 391/15. Del 22/6/2015. B.O.: 29/6/2015. Salud Pública.
Apruébase la Estrategia Argentina para el Control de la Resistencia
Antimicrobiana, de acuerdo a los objetivos detallados en el ANEXO I que
forma parte integrante del presente.
Bs. As., 22/06/2015
VISTO el Expediente N° 1-2002-28070/14-6 del registro del MINISTERIO DE
SALUD; y
CONSIDERANDO:
Que los antimicrobianos son medicamentos esenciales para la salud humana
y animal, y su aplicación ha permitido salvar millones de vidas.
Que su uso masivo ha traído como consecuencia la aparición del fenómeno
de la resistencia a los antimicrobianos, uno de los mecanismos que
tienen los microorganismos para defenderse en un medio hostil o
desfavorable, como lo es la presencia de los antibióticos.
Que si bien cualquier tipo de microorganismo puede desarrollar
resistencia, el impacto sobre las posibilidades terapéuticas actuales es
especialmente grave y preocupante en las bacterias.
Que es cada vez mayor la evidencia que demuestra que la resistencia
simultánea a múltiples antimicrobianos constituye un factor
independiente de mal pronóstico (mayor mortalidad) por fracaso
terapéutico, y se asocia a un marcado incremento de los costos
sanitarios.
Que muchos de los procedimientos médicos modernos dependen de la
efectividad de los antibióticos, como la quimioterapia para tratar el
cáncer, las cirugías complejas, la diálisis renal y el trasplante de
órganos; y que a medida que aumenta la resistencia a los
antimicrobianos, estos procedimientos se vuelven cada vez más riesgosos.
Que en relación al diagnóstico, los mecanismos de resistencia emergentes
son también cada vez más complejos y requieren de nuevos métodos para la
detección temprana y confirmación de la resistencia antimicrobiana, a
fin de poder administrar la terapia adecuada.
Que aunque el desarrollo de resistencia ocurre naturalmente con el
tiempo, una serie de hechos, tanto en medicina humana como en
veterinaria, han acelerado este proceso. En salud humana, el uso
indiscriminado de antibióticos en infecciones ambulatorias que no los
requieren, o la utilización excesiva de antimicrobianos de amplio
espectro en el ámbito hospitalario, sumado a la automedicación, al
incumplimiento de la posología, la inadecuada composición de las
presentaciones que elabora la industria farmacéutica, la no aplicación
de las restricciones de venta bajo receta archivada en las farmacias, la
insuficiente inversión en innovación observada en las últimas décadas
para estos productos y las dificultades para el diagnóstico oportuno de
las infecciones causadas por microorganismos resistentes, son las
principales causas del crecimiento exponencial de la resistencia
antimicrobiana.
Que el problema de la resistencia antimicrobiana en salud humana tiene
un fuerte correlato con la sanidad animal, ya que las enfermedades
transmitidas por alimentos de origen animal son causa importante de
morbimortalidad en todo el mundo.
Que la distribución de alimentos contaminados y la migración de los
animales han contribuido a la diseminación de microorganismos
resistentes, encontrándose claramente documentada la relación entre
animales de consumo y emergencia de la resistencia antimicrobiana en
salud humana.
Que en el ámbito de la producción animal se utilizan antimicrobianos
tanto para el tratamiento de las infecciones de forma individual o
colectiva como en calidad de agentes promotores del crecimiento, los
cuales se añaden al pienso de los animales con el fin de acelerar su
crecimiento y con ello el rendimiento de la producción.
Que algunos de los antibióticos utilizados en la producción ganadera son
de importancia crítica para la salud humana.
Que pese a los esfuerzos en la investigación y el desarrollo, la
ralentización en el descubrimiento de nuevas familias de
antimicrobianos, sumada al mayor conocimiento en los mecanismos y la
ecología de la resistencia antimicrobiana, han puesto de relieve la
magnitud del problema.
Que hoy en día, debemos considerar la sensibilidad a los antibióticos
como un recurso limitado y no renovable, de muy lenta recuperación
cuando se ha perdido.
Que este problema, de origen multifactorial y alcance global, trasciende
fronteras y estructuras de gobierno, y requiere acciones inmediatas,
integradas y multisectoriales.
Que los organismos internacionales dedicados a salud (Organización
Mundial de la Salud - OMS y Organización Mundial de Sanidad Animal -
OIE) han instado, recientemente, a los países a elaborar planes y a
adoptar medidas para enfrentarlo, bajo el concepto de “Una Salud”, con
una visión integral de la sanidad animal y la salud pública a escala
mundial.
Que entre los objetivos del MINISTERIO DE SALUD se encuentran los de
formular, programar y coordinar las acciones vinculadas al sistema de
vigilancia epidemiológica; coordinar las acciones vinculadas a la
prevención y control de las enfermedades; entender, a partir de los
registros específicos, en los estudios de recursos disponibles, oferta,
demanda y necesidad, así como el diagnóstico de situación necesaria para
la planificación estratégica de la prevención y el control en el sector
salud y formular, dirigir y coordinar las campañas nacionales de
promoción y protección de la salud.
Que entre los objetivos del MINISTERIO DE AGRICULTURA GANADERIA Y PESCA
se encuentran los de elaborar y ejecutar planes, programas y políticas
de producción, comercialización, tecnología, calidad y sanidad en
materia agropecuaria, pesquera, forestal, agroindustrial y
agroenergética, coordinando y conciliando los intereses del Gobierno
Nacional, las provincias y los diferentes subsectores; entender en el
diseño y ejecución de las políticas de desarrollo, promoción, calidad;
bioseguridad y sanidad de productos, industrializados o no, para consumo
alimentario de origen animal o vegetal, promoviendo los estándares de
comercialización respectivos e intervenir en todos los acuerdos,
convenios y/o actos de naturaleza similar que se suscriban entre las
distintas áreas integrantes del Ministerio y los Organismos y
Autoridades de los distintos poderes del Estado en el ámbito Nacional,
Provincial o Municipal, Entes Regionales e Instituciones intermedias,
coordinando la actualización permanente de aquellos que se encontraran
en ejecución.
Que resulta necesario aprobar una Estrategia Nacional para el Control de
la Resistencia Antimicrobiana a fin de garantizar un uso responsable de
los mismos, a través de un balance entre minimizar su utilización
innecesaria sin comprometer la salud de las personas.
Que la mencionada Estrategia apunta a retrasar o impedir la emergencia y
diseminación de bacterias resistentes a través del fortalecimiento de la
vigilancia clínica, microbiológica y farmacéutica, la regulación y
fiscalización de la comercialización de antimicrobianos, de la promoción
del consumo racional y prudente y de la detección precoz y el control de
las infecciones en hospitales y en establecimientos agropecuarios.
Que será objetivo también de la citada Estrategia promover la innovación
en antimicrobianos, en promotores del crecimiento no antibióticos y en
pruebas diagnósticas para la identificación y caracterización de
bacterias resistentes.
Que se considera oportuno, a fin de coordinar las acciones de esta
Estrategia Nacional, la creación en el ámbito de la SECRETARÍA DE
PROMOCIÓN Y PROGRAMAS SANITARIOS del MINISTERIO DE SALUD, de la Comisión
Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana.
Que la DIRECCIÓN GENERAL DE ASUNTOS JURÍDICOS del MINISTERIO DE SALUD y
la DIRECCIÓN GENERAL DE ASUNTOS JURÍDICOS del MINISTERIO DE AGRICULTURA,
GANADERIA Y PESCA han tomado la intervención de su competencia.
Que la presente medida se dicta en ejercicio de las facultades
conferidas por la Ley de Ministerios - T.O. 1992, modificada por su
similar Ley N° 26.338, y por el Artículo 2° del “Reglamento de
Procedimientos Administrativos, Decreto 1759/72 t.o. 1991”.
Por ello,
EL MINISTRO DE SALUD
Y
EL MINISTRO DE AGRICULTURA, GANADERIA Y PESCA
RESUELVEN:
ARTICULO 1° — Apruébase la Estrategia Argentina para el Control de la
Resistencia Antimicrobiana, de acuerdo a los objetivos detallados en el
ANEXO I que forma parte integrante del presente.
ARTICULO 2° — Créase en el ámbito de la SECRETARÍA DE PROMOCIÓN Y
PROGRAMAS SANITARIOS del MINISTERIO DE SALUD, una Comisión Nacional para
el Control de la Resistencia Antimicrobiana, con la misión de verificar
el cumplimiento de la Estrategia aprobada en el artículo 1° de la
presente Resolución, la que se conformará y funcionará de acuerdo a lo
estipulado por el ANEXO II que forma parte integrante de la presente.
ARTICULO 3° — Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional de
Registro Oficial y archívese.
ANEXO N° I
ESTRATEGIA ARGENTINA PARA EL CONTROL DE LA RESISTENCIA
ANTIMICROBIANA
ÍNDICE
1. Introducción
2. Vigilancia de la resistencia antimicrobiana en salud humana
3. Vigilancia de la resistencia antimicrobiana en salud animal y
producción agroalimentaria
4. Vigilancia del uso de antimicrobianos
5. Regulación del uso de antimicrobianos en salud humana
6. Regulación del uso de antimicrobianos en salud animal y producción
agroalimentaria
7. Uso responsable de antimicrobianos en salud humana
8. Uso responsable de antimicrobianos en salud animal y producción
agroalimentaria
9. Prevención y control de infecciones asociadas al cuidado de la salud
humana
10. Prevención y control de infecciones en salud animal y producción
agroalimentaria
Bibliografía de Referencia
SIGLAS |
ADECI |
Asociación
Argentina de Enfermeros en Control de Infecciones |
AFACIMERA |
Asociación de
Facultades de Ciencias Médicas de la República Argentina |
ANLIS |
Administración
Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud |
ANMAT |
Administración
Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica |
CLSI |
Clinical
Laboratory Standard Institute |
ENPIHA |
Encuesta
Nacional de Prevalencia de Infecciones Hospitalarias de
Argentina |
INE |
Instituto
Nacional de Epidemiología |
INEI |
Instituto
Nacional de Enfermedades Infecciosas Agudas |
INTA |
Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria |
LNR |
Laboratorio
Nacional de Referencia |
OIE |
Organización
Mundial de Sanidad Animal |
OMS |
Organización
Mundial de la Salud |
OPS |
Organización
Panamericana de la Salud |
RAM |
Resistencia
Antimicrobiana |
SADI |
Sociedad
Argentina de Infectología |
SATI |
Sociedad
Argentina de Terapia Intensiva |
SENASA |
Servicio
Nacional de Sanidad y Calidad Agro-alimentaria |
VIHDA |
Vigilancia de
Infecciones Hospitalarias de Argentina |
1. INTRODUCCIÓN
Los antimicrobianos son medicamentos esenciales para la salud humana y
animal. Desde su descubrimiento, y a medida que se fueron incorporando
nuevos principios activos, millones de vidas se han salvado gracias a
ellos. Sin embargo, su uso masivo ha generado la aparición y el veloz
desarrollo del fenómeno de la resistencia antimicrobiana (RAM). La RAM
es uno de los mecanismos que tienen los microorganismos para defenderse
en un medio desfavorable, como lo es la presencia de los antibióticos.
En otras palabras, la RAM es la capacidad de un microorganismo de
resistir al efecto de estos medicamentos. Si bien toda clase de microbio
puede desarrollar resistencia, el mayor impacto sobre las posibilidades
terapéuticas actuales ocurre especialmente en las bacterias.
Aunque el desarrollo de resistencia ocurre naturalmente con el tiempo,
el exceso de uso o el uso inadecuado de los antimicrobianos han
acelerado notablemente este proceso. En salud humana, el uso
indiscriminado de antibióticos en el ámbito hospitalario o su
administración en infecciones ambulatorias que en realidad no los
requieren, sumado a la automedicación, al incumplimiento de la
posología, la inadecuada composición de las presentaciones que se
fabrican, la no aplicación de las restricciones de venta bajo receta
archivada en las farmacias, la insuficiente inversión en innovación para
estos productos observada en los últimos años, y las dificultades en el
diagnóstico oportuno de las infecciones causadas por microorganismos
resistentes, son las principales causas del crecimiento exponencial de
este fenómeno.
Diversos gérmenes resistentes a más de 3 antimicrobianos (multirresistencia),
a la mayoría de ellos (resistencia extrema) o a todos los
antimicrobianos existentes (panresistencia) están emergiendo como
agentes patógenos relevantes, como es el caso de Staphylococcus aureus,
Enterococcus faecium, Acinetobacter, Pseudomonas aeruginosa y Klebsiella
pneumoniae. Es cada vez mayor la evidencia que demuestra que la
multirresistencia constituye un factor de mal pronóstico (mayor
mortalidad) por fracaso terapéutico, y produce un marcado aumento de los
costos de atención. Además, muchos de los procedimientos médicos
modernos, tales como los tratamientos oncológicos, las cirugías
complejas y la diálisis renal, dependen de la efectividad de los
antibióticos; y a medida que se incrementa la RAM, estos procedimientos
se vuelven cada vez más riesgosos.
La urgencia del problema aumenta por el reconocimiento de grupos de
bacterias (llamados clones exitosos) responsables de la diseminación
global de bacterias multirresistentes. El caso más emblemático en el
mundo es la emergencia y diseminación exponencial desde 2010 de
Klebsiella pneumoniae productora de carbapenemasas tipo KPC, para el que
se han agotado las opciones terapéuticas actuales y se debe recurrir a
antiguos antibióticos sobre los que no hay evidencia de eficacia clínica
y/o están asociados con toxicidad significativa. Muchos de estos clones
resistentes han mostrado la capacidad de subsistir y de diseminarse por
fuera de las instituciones de salud, extendiéndose a la comunidad
general y haciendo difusos los límites de términos tales como
“infecciones hospitalarias o asociadas al cuidado de la salud” e
“infecciones adquiridas en la comunidad”. Prueba de ello es el ejemplo
del Staphylococcus aureus meticilino-resistente de la comunidad, el cual
ya ha alcanzado niveles de prevalencia superiores a los observados en
los hospitales.
El problema de la RAM en salud humana tiene un fuerte correlato con la
sanidad animal. Las enfermedades transmitidas por alimentos de origen
animal son causa importante de morbimortalidad en todo el mundo. La
distribución de alimentos contaminados y la migración de los animales
han contribuido a la diseminación de microorganismos resistentes. La
relación entre animales de consumo y emergencia de RAM en salud humana
ha sido documentada claramente en bacterias zoonóticas como Salmonella
spp y Campylobacter spp. La RAM ha aparecido también en bacterias
comensales presentes en el tracto intestinal de los animales, tales como
Enterococcus y Escherichia coli, las que pueden ser transmitidas por los
alimentos y actuar como reservorios de genes de resistencia,
transfiriéndolos a bacterias patógenas o zoonóticas de importancia para
la salud pública.
En el ámbito de la producción animal, se utilizan antimicrobianos para
el tratamiento de las infecciones en animales de forma individual o
colectiva. Los tratamientos son de tres tipos: a) profiláctico, con la
intención de proteger a animales sanos que se consideran expuestos a un
microorganismo; b) metafiláctico, para evitar la propagación de
infecciones de animales enfermos a sanos en una misma unidad de
producción; y c) terapéuticos, cuando la infección ya está instaurada.
Adicionalmente, en las producciones intensivas de bovinos, cerdos, aves
y en acuicultura, se emplean bajas dosis de antimicrobianos como agentes
promotores del crecimiento. Estos se añaden al pienso de los animales
con el fin de acelerar su crecimiento y con ello el rendimiento de la
producción. Los antibióticos actuarían a través de la reducción tanto de
la microbiota que compite con el huésped por los nutrientes, como de las
bacterias patógenas, las cuales pueden afectar el rendimiento al
producir enfermedad subclínica. Por otro lado, se sabe que la exposición
prolongada a dosis bajas de antibióticos se relaciona de manera directa
con una mayor probabilidad de generar RAM.
Algunos de los antibióticos utilizados en la producción ganadera son de
importancia crítica para la salud humana. Por ejemplo, los macrólidos y
tetraciclinas que se usan a menudo en la alimentación de los animales
para estimular su crecimiento o prevenir infecciones, y las
fluorquinolonas y cefalosporinas que se utilizan frecuentemente para
tratar y/o prevenir las infecciones en sanidad animal.
En relación al diagnóstico, los mecanismos de resistencia emergentes son
también cada vez más complejos y requieren de nuevos métodos para la
detección temprana y confirmación de RAM a fin de poder administrar la
terapia adecuada.
Pese a los esfuerzos en la investigación y el desarrollo, la
ralentización en el descubrimiento de nuevas familias de
antimicrobianos, sumada al mayor conocimiento en los mecanismos y la
ecología de la RAM, han puesto de relieve la magnitud del problema. Hoy
en día, debemos considerar la sensibilidad a los antibióticos como un
recurso limitado y no renovable, de muy lenta recuperación cuando se ha
perdido.
Este problema, de origen multifactorial y alcance global, trasciende
fronteras y estructuras de gobierno, y requiere acciones inmediatas,
integradas y multisectoriales. Los organismos internacionales dedicados
a salud (Organización Mundial de la Salud - OMS y Organización Mundial
de Sanidad Animal - OIE) han instado recientemente a los países a
elaborar planes y a adoptar medidas para enfrentarlo, bajo el concepto
de “Una Salud”, con una visión integral de la sanidad animal y la salud
pública a escala mundial.
Por todas estas razones, es de gran importancia encontrar maneras de
garantizar un uso responsable de los antimicrobianos, a través de un
balance entre minimizar su utilización innecesaria pero sin comprometer
la salud de las personas. En marzo de 2014, el Ministerio de Salud de la
Nación convocó a diversas entidades involucradas en la problemática, con
el propósito de elaborar la presente Estrategia para el Control de la
RAM.
Los objetivos de esta Estrategia son los siguientes:
1. Retrasar o impedir la emergencia y diseminación de bacterias
resistentes a través de la regulación y fiscalización de la
comercialización de antimicrobianos, de la promoción del consumo
racional y prudente, y de la detección precoz y el control de las
infecciones en hospitales y establecimientos agropecuarios.
2. Fortalecer la vigilancia de la RAM y del uso de antimicrobianos
tomando como modelo la estrategia “Una Salud”.
3. Promover la innovación en antimicrobianos, promotores del crecimiento
no-antibióticos y pruebas diagnósticas para la identificación y la
caracterización de bacterias resistentes.
La Estrategia fue elaborada bajo la coordinación de la Secretaría de
Promoción y Programas Sanitarios del Ministerio de Salud, y con la
participación de las siguientes entidades:
- Ministerio de Salud: Administración Nacional de Laboratorios e
Institutos de Salud (ANLIS), Administración Nacional de Medicamentos,
Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y el Programa REMEDIAR.
- Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca: Servicio Nacional de
Sanidad y Calidad Agro-alimentaria (SENASA) e Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria (INTA).
- Universidades Nacionales de La Plata y del Centro de la Provincia de
Buenos Aires.
- Representación para las Américas de la Organización Mundial de Sanidad
Animal (OIE).
- Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y Sociedad Argentina de
Terapia Intensiva (SATI)
Nota: Las acciones propuestas en este documento poseen una perspectiva
de viabilidad y de priorización, y no pretenden ser ni exhaustivas ni
excluyentes. Otras acciones que concurran a cumplir los objetivos
generales del mismo podrían llevarse a cabo simultáneamente.
2. VIGILANCIA DE LA RESISTENCIA ANTIMICROBIANA EN SALUD HUMANA
2.1. Definición y relación con el problema de la RAM
El diagnóstico y monitoreo de un problema de salud son la base de la
planificación sanitaria. La vigilancia de la RAM en salud humana
consiste en recoger, procesar, analizar, interpretar y difundir de
manera sistemática y continua datos comparables y validados de la
resistencia antimicrobiana. La vigilancia permite:
- Determinar y analizar las fuentes y las tendencias temporales y
espaciales y de la RAM en las bacterias;
- Detectar la aparición de nuevos mecanismos de resistencia;
- Orientar las decisiones terapéuticas;
- Evaluar las prácticas de prescripción de agentes antimicrobianos y
recomendaciones de uso prudente;
- Llevar a cabo análisis de riesgos orientados a la protección de salud
de los seres humanos y la sanidad de los animales;
- Proporcionar una base para formular recomendaciones sobre políticas de
salud pública y sanidad animal y evaluar el impacto de las acciones
destinadas a contener la resistencia;
- Crear conciencia entre las partes interesadas.
2.2. Situación actual de la vigilancia de la RAM en salud humana
2.2.1. Sistemas de vigilancia en funcionamiento
En Argentina funcionan tres redes vinculadas al problema de la RAM:
WHONET-Argentina, SIREVA-Argentina y PROVSAG.
La Red WHONET se encuentra dedicada específicamente a recoger datos
clínicos de rutina de sensibilidad a los antibióticos y funciona desde
1989 bajo la coordinación del Servicio de Antimicrobianos del Instituto
Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI-ANLIS). Esta Red está
integrada actualmente por 96 hospitales de todas las jurisdicciones del
país (Figura 1). Para garantizar la calidad de los resultados de la
vigilancia, los laboratorios participantes cuentan con procedimientos
estandarizados de laboratorio, manuales de control de calidad interno,
programas de control de calidad externo y de capacitación del personal,
y provisión continua de actualizaciones bibliográficas y de cepas de
referencia. Para el manejo de datos se utiliza el programa WHONET
desarrollado por la OMS. Cada laboratorio participante envía
mensualmente al laboratorio coordinador los resultados de todas las
pruebas de sensibilidad a antimicrobianos que realiza, bajo las
recomendaciones del Clinical Laboratory Standard Institute (CLSI) para
las pruebas de difusión en agar y de concentración inhibitoria mínima.
El laboratorio coordinador cumple las siguientes funciones:
- Analiza periódicamente los resultados recibidos, devuelve los
comentarios pertinentes, indicando aquellos que requieren ser
verificados, y analiza las pruebas realizadas como control de calidad
interno;
- Recibe las bacterias con perfiles de resistencia inusuales y aplica
técnicas cuantitativas y moleculares de referencia para la detección y
caracterización de los mecanismos de RAM y clones circulantes;
- Elabora normativas para los procedimientos microbiológicos y
recomendaciones para la detección de bacterias con resistencias extremas
y/o inusuales;
- Desarrolla métodos diagnósticos para la detección precoz de mecanismos
de RAM;
- Coordina el Programa Nacional de Control de Calidad en Bacteriología
con participación obligatoria de todos los laboratorios de la Red;
- Analiza y confecciona un informe anual con los datos relevantes de la
vigilancia, el cual se difunde a los laboratorios participantes de la
Red, a todos los efectores de salud del país y a la Organización
Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud; y se publica
con acceso libre en el sitio www.antimicrobianos.com.ar; y
- Emite alertas por correo electrónico de la emergencia nacional y
regional de mecanismos de resistencia potencialmente pandémicos.
La Red SIREVA-Argentina lleva a cabo la vigilancia de los agentes
bacterianos causantes de neumonía y de meningitis: Streptococcus
pneumoniae, Neisseria meningitidis y Haemophilus influenzae. Esta red,
coordinada en forma conjunta por los servicios de Bacteriología Clínica
y de Antimicrobianos del INEI-ANLIS, provee información epidemiológica
de la distribución de serotipos y sensibilidad a los antimicrobianos en
aislamientos de infecciones invasivas en la población general. Esta
información contribuye a la evaluación de la cobertura de vacunas y a la
elección de la terapia antimicrobiana más apropiada para estas
infecciones.
La Red PROVSAG (Programa de Vigilancia de la Sensibilidad Antimicrobiana
de Gonococo de la Red de Infecciones de Transmisión Sexual) vigila la
sensibilidad a los antimicrobianos de uso habitual en el manejo de la
gonorrea, detecta en forma precoz y oportuna la emergencia de perfiles
de sensibilidad inusuales de Neisseria gonorrhoeae y caracteriza los
mecanismos de resistencia y clones circulantes en el país. El Servicio
Enfermedades de Transmisión Sexual del INEI-ANLIS coordina esta Red y
actúa como Laboratorio Nacional de Referencia (LNR).
2.3. Líneas estratégicas para la vigilancia de la RAM en salud humana
a) Fortalecimiento y capacitación continua de los laboratorios
coordinadores de las Redes y de los laboratorios participantes de la
vigilancia de la RAM;
b) Fortalecimiento de las acciones de comunicación y difusión oportuna
de la información de la RAM;
c) Promoción del desarrollo e implementación de nuevos métodos de
diagnóstico rápido para la detección precoz de microorganismos con
resistencia múltiple; y
d) Armonización de estrategias de vigilancia de RAM en salud humana,
animal y ambiental.
2.4. Acciones específicas para la vigilancia de la RAM en salud humana
2.4.1. Capacitación y Control de Calidad
a) Continuar realizando el Curso de Actualización en Antimicrobianos
“Dra. Alicia Rossi” con cupo para 110 profesionales y el Curso anual de
Epidemiología Molecular con cupo de 18 profesionales;
b) Participar en los congresos internacionales de las Sociedades Europea
y Americana de Microbiología, y en otros eventos científicos nacionales
e internacionales;
c) Efectuar una pasantía anual de un profesional en centros de
referencia del exterior;
d) Suscribirse a revistas científicas y acceder a bibliotecas digitales
temáticas (ASM, Elsevier, Oxford Press);
e) Participar en eventos científicos organizados por entidades
nacionales e internacionales;
f) Incorporar los cursos a la plataforma virtual de ANLIS para
capacitación on line en gran escala e implementar tecnología para
videoconferencias;
g) Proveer insumos para el Programa Nacional de Control de Calidad en
Bacteriología con asignación presupuestaria específica;
h) Distribuir las cepas de referencia para pruebas de sensibilidad y
cepas estándares para diagnóstico de mecanismos de resistencia
circulantes en el país;
2.4.2. Comunicación
i) Elaborar y comunicar el Boletín Informativo y los Alertas Digitales
de la emergencia de mecanismos de resistencia potencialmente pandémicos
en el país y la región;
j) Elaborar e incorporar al Boletín un resumen ejecutivo con indicadores
seleccionados de la RAM, integrando la información proveniente de la
vigilancia armonizada entre salud humana y animal;
k) Aumentar la frecuencia de publicación del Boletín a semestral en
lugar de anual;
I) Incorporar referentes de nuevas entidades como SENASA, INTA, SADI y
SATI a la lista de destinatarios de comunicaciones;
m) Actualizar y difundir algoritmos de trabajo para armonizar
procedimientos de búsqueda de mecanismos de resistencia entre todos los
laboratorios del país;
n) Mantener la plataforma web del LNR para difusión de la información de
la vigilancia y de los trabajos científicos publicados o presentados en
congresos;
o) Desarrollar e implementar una herramienta digital on line para
análisis personalizados;
p) Incluir links a la web del LNR en sitios web de otras instituciones o
sociedades científicas como SADI y SATI;
q) Establecer alianzas con otras entidades para la difusión de los
resultados de la vigilancia a todos los efectores de salud;
2.4.3. Armonización de las estrategias de vigilancia
r) Elaborar y actualizar procedimientos de estudio de la RAM en
cooperación entre ANLIS, SENASA, INTA y las universidades nacionales;
s) Realizar reuniones periódicas o según necesidad con los actores
involucrados;
t) Elaborar y difundir un reporte anual conjunto con los perfiles de
resistencia de bacterias zoonóticas e indicadoras de origen animal y los
mismos gérmenes de origen humano;
2.4.4. Desarrollo e implementación de nuevos métodos de diagnóstico
u) Proveer insumos para el desarrollo de nuevas metodologías
diagnósticas para gérmenes multirresistentes con asignación
presupuestaria específica;
v) Establecer alianzas con otras entidades públicas o privadas para el
desarrollo de nuevas metodologías diagnósticas; y
w) Registrar la propiedad intelectual y/o patentes de nuevos desarrollos
institucionales.
3. VIGILANCIA DE LA RESISTENCIA ANTIMICROBIANA EN SALUD ANIMAL Y
PRODUCCIÓN AGROALIMENTARIA
3.1. Definición y relación con el problema de la RAM
La vigilancia de la RAM es el seguimiento activo y sostenido en el
tiempo de la prevalencia de la resistencia de las bacterias en los
animales, los alimentos y el ambiente; y constituye una faceta crítica
de la estrategia de sanidad animal y seguridad alimentaria destinada a
limitar su propagación y a optimizar la elección de antimicrobianos con
fines terapéuticos.
3.2. Situación actual de la vigilancia de la RAM en salud animal y
producción agroalimentaria
Argentina no cuenta aún con un programa de vigilancia permanente de RAM
en animales de producción. La vigilancia es necesaria en 3 grupos de
bacterias en bovinos, porcinos y aves: a) bacterias “indicadoras”, b)
bacterias zoonóticas, y c) bacterias patógenas. Las bacterias
indicadoras son parte de la microbiota intestinal de seres humanos,
otros mamíferos, aves e insectos y su importancia radica en su capacidad
de adquirir y diseminar genes de resistencia que pueden ser transferidos
a las bacterias patógenas o zoonóticas.
El SENASA, con la cooperación de ANLIS, INTA y facultades de veterinaria
de universidades nacionales, liderará la implementación de un programa
de vigilancia de la RAM en animales de consumo. Para este programa, se
obtendrán muestras en establecimientos frigoríficos, y el aislamiento
bacteriano y las pruebas de sensibilidad antimicrobiana se centralizarán
en la Dirección de Laboratorios y Control Técnico del SENASA y/o en el o
los laboratorios que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
defina. La metodología de trabajo se presenta en la sección 3.5. El
registro, almacenamiento e interpretación de la información se realizará
mediante el sistema de software WHONET. Por su parte, el INTA aportará a
la investigación y desarrollo de principios activos alternativos a los
antibióticos como factores de crecimiento y agentes terapéuticos.
3.3. Líneas estratégicas para la vigilancia de la RAM en salud animal y
producción agroalimentaria
a) Desarrollo e implementación del programa nacional de vigilancia de la
RAM en animales de consumo para determinar la presencia de resistencia a
diferentes antimicrobianos en por lo menos 2 bacterias comensales:
Escherichia coli y Enterococcus spp, y 2 zoonóticas: Campylobacter spp y
Salmonella spp;
b) Armonización de las estrategias de vigilancia de RAM en salud humana
y animal; y
c) Desarrollo de herramientas de comunicación y difusión oportuna de la
información.
3.4. Acciones específicas para la vigilancia de la RAM en salud animal y
producción agroalimentaria
a) Aislar bacterias comensales y zoonóticas de ganado bovino, porcino y
aves destinadas a consumo humano, y determinar su perfil de sensibilidad
a diferentes antimicrobianos;
b) Comparar los resultados con datos obtenidos en estudios previos,
cuando sea posible;
c) Determinar la prevalencia de RAM por especie animal y por región
geográfica;
d) Correlacionar el consumo de antimicrobianos con la RAM;
e) Caracterizar y correlacionar los mecanismos de resistencia entre
bacterias obtenidas de muestras animales y humanas;
f) Realizar estudios específicos sobre el comportamiento de
antimicrobianos vehiculizados en diferentes matrices biológicas (agua o
alimento, pre-mezcla o núcleo concentrado) y sobre el impacto de su uso
en el medio ambiente de los sistemas de producción;
g) Evaluar terapias alternativas al uso de antibióticos como factores de
crecimiento en las producciones intensivas; y
h) Evaluar el impacto de la administración en diferentes matrices
biológicas sobre el nivel de resistencia observado en la población
bacteriana ambiental.
4. VIGILANCIA DEL USO DE ANTIMICROBIANOS
4.1. Definición y relación con el problema de la RAM
El objetivo de la vigilancia del uso de antimicrobianos comprende dos
dimensiones básicas de la política de medicamentos: a) el acceso a ellos
y b) su uso adecuado. Esta información permitirá identificar las
jurisdicciones y/o los establecimientos que no los utilizan de modo
apropiado y focalizar las acciones dónde más se necesiten.
4.2. Situación actual de la vigilancia del uso de antimicrobianos
No existe en la actualidad un programa de vigilancia del uso de
antimicrobianos que integre las distintas fuentes de información
existentes, tanto públicas como privadas. En el ámbito público, los
programas nacionales, tales como Remediar, Tuberculosis y Lepra, y la
Dirección de VIH/SIDA, disponen de información sobre la provisión y
utilización de los antimicrobianos que cada uno gestiona. A partir de
esos datos, relacionados con el individuo, tiempo, lugar, diagnóstico o
indicación y características del tratamiento (ambulatorio/internado), se
podrá realizar estudios epidemiológicos de esos medicamentos. En los
ámbitos privado y de obras sociales, existen relevamientos de la
dimensión industrial y comercial de los medicamentos (por ejemplo, IMS
Health). Por último, un tercer recurso lo constituyen los grupos
científicos que producen información vinculada a la utilización de
medicamentos en general. Por otra parte, los programas de trazabilidad
de medicamentos de ANMAT (Resolución 435 de 2011 del Ministerio de Salud
de la Nación) y de productos fitosanitarios y veterinarios de SENASA
(Resolución SENASA 369/2013), proveerán datos sobre la comercialización
y distribución de los antimicrobianos en salud humana y en producción
agroalimentaria.
4.3. Líneas estratégicas para la vigilancia del uso de antimicrobianos
a) Diseño e implementación de la vigilancia del acceso a los
antimicrobianos
El acceso se refiere a la utilización efectiva de antimicrobianos en
salud humana, incluyendo la prescripción profesional y el consumo por
parte del usuario final. Sin embargo, debido a limitaciones en la
disponibilidad de datos exhaustivos, el acceso también puede ser
indicado por la disponibilidad de antimicrobianos en la comunidad,
entendida como la suma de la distribución pública y la comercialización
privada de medicamentos.
El monitoreo de la disponibilidad de antimicrobianos en la comunidad
supone un abordaje de tipo exploratorio descriptivo, transversal y
longitudinal, y permitirá conocer tendencias, niveles críticos o de
alerta y definir y evaluar medidas de restricción aplicables a su uso.
En el mismo sentido, permitirá indagar asociaciones espaciales y
temporales entre los niveles de disponibilidad, características
geográficas (industrias, residuos, clima) y RAM.
b) Diseño e implementación de la vigilancia del uso adecuado
El uso adecuado refiere a la calidad tanto de la prescripción como de la
provisión del servicio farmacéutico, en términos de uso de la medicación
apropiada a la necesidad clínica, en las dosis correspondientes a los
requerimientos individuales de cada paciente, por el período adecuado de
tiempo. La vigilancia permitirá establecer el grado de adecuación del
uso de antimicrobianos a protocolos, guías, pautas o esquemas
terapéuticos definidos.
4.4. Acciones específicas para la vigilancia del uso de antimicrobianos
Vigilancia del acceso. El abordaje del acceso se basa en (a) datos
disponibles en el Ministerio de Salud de la Nación y los ministerios de
salud provinciales, sobre disponibilidad y uso de medicamentos en los
niveles ambulatorio (Centros de Atención Primaria de la Salud - CAPS) y
hospitalario; y en (b) datos del mercado farmacéutico privado sobre la
comercialización de antimicrobianos en la red de farmacias comunitarias.
La vigilancia del acceso permitirá:
a) Comparar tendencias y diferencias en la tasa de uso de antibióticos
entre provincias, en base a series temporales;
b) Identificar establecimientos, áreas o zonas de mayor utilización de
antimicrobianos, en base a técnicas de análisis geoespacial;
c) Caracterizar los perfiles de CAPS o establecimientos hospitalarios
con mayores/menores tasas de uso de antimicrobianos; y
d) Realizar investigaciones en unidades de terapia intensiva del país
sobre la prescripción y consumo de antimicrobianos: Programa VIHDA en
conjunto con SADI y SATI.
Los principales indicadores utilizados serán: Dosis Diarias Definidas (DDD,
o unidad similar) de antimicrobianos por habitante; tasa de uso de
antimicrobianos cada 100 consultas; % de prescripciones de
antimicrobianos sobre el total de prescripciones; % de pacientes con al
menos una prescripción de antimicrobianos sobre el total de pacientes.
Vigilancia del uso adecuado. Establecer el uso adecuado requiere
disponibilidad de datos que contengan información de la indicación
médica (morbilidad), prescripción farmacológica e identificación del
paciente (en especial, edad), disponibles para un conjunto de programas
públicos desarrollados en el nivel ambulatorio (REMEDIAR, Salud Sexual,
Tuberculosis, entre otros) y hospitalario (VIH, etc.). Respecto al
ámbito de la seguridad social o privado, así como también a información
de uso en internación, los datos requeridos pueden obtenerse por
muestreo, por ejemplo, a través de la encuesta de prevalencia de
infecciones hospitalarias (ENPIHA) que realiza anualmente el INE, o
mediante estudios transversales en la comunidad, por ejemplo, de
auto-prescripción o consumo no controlado. La vigilancia del uso
adecuado permitirá:
a) Determinar el grado de adecuación de la utilización de
antimicrobianos en la práctica terapéutica habitual (estudios de tipo
indicación-prescripción y prescripción-consumo);
b) Identificar geográficamente establecimientos, áreas o zonas de mayor
uso inapropiado de antimicrobianos (mapas); e
c) Identificar perfiles de profesionales, CAPS o establecimientos
hospitalarios con mayores o menores tasas de uso inapropiado de
antimicrobianos.
Los principales indicadores serán: nivel de adecuación de prescripciones
de antimicrobianos a recomendaciones sanitarias; % de usuarios que
recibieron servicios farmacéuticos sobre el total de prescripciones y/o
pacientes; % de usuarios que registren adherencia al tratamiento
indicado; % de usuarios de antimicrobianos sin prescripción profesional.
El monitoreo del uso adecuado permitirá determinar la calidad de
provisión de los servicios sanitarios vinculados con los antimicrobianos
e identificar necesidades de capacitación de los equipos de salud, así
como también diseñar acciones específicas según áreas geográficas o de
conocimiento, incluyendo la revisión y eventual adecuación de las
recomendaciones de utilización.
Será responsabilidad del Programa REMEDIAR del Ministerio de Salud de la
Nación:
a) Desarrollar la vigilancia del uso de antimicrobianos y consolidar
información proveniente de los usos humano, animal y agropecuario;
b) Relevar, con la cooperación de la Dirección de Calidad de Servicios
de Salud, las Guías de Diagnóstico y Tratamiento existentes, que
permitan considerar adecuada la prescripción, conforme la relación
diagnóstico (indicación) y tratamiento (prescripción), identificando
medicamento, dosificación y tiempo de tratamiento;
c) Consolidar y difundir un banco de datos con los criterios para
clasificar una indicación como adecuada o prudente;
d) Obtener datos de distintas fuentes para realizar la vigilancia del
uso de antimicrobianos en los términos descriptos en este documento; y
e) Desarrollar herramientas de comunicación y difusión oportuna de la
información con los principales resultados, conclusiones y
recomendaciones, destinada a los distintos actores involucrados en la
utilización de antimicrobianos y a la comunidad en general.
La Dirección Nacional de Agroquímicos, Productos Veterinarios y
Alimentos del SENASA será responsable de:
a) Realizar un seguimiento anual del volumen de venta de antibióticos,
con la colaboración de las cámaras industriales de productos
veterinarios y los colegios profesionales; y
b) Proveer los datos que se obtengan del sistema de trazabilidad de
productos fitosanitarios y veterinarios en cuanto éste se encuentre en
funcionamiento pleno.
5. REGULACIÓN DEL USO DE ANTIMICROBIANOS EN SALUD HUMANA
5.1. Definición y relación con el problema de la RAM
El objetivo de la regulación farmacéutica es garantizar la eficacia,
seguridad y calidad de los productos farmacéuticos que utiliza la
población.
La regulación del uso de antimicrobianos tiene impacto en los siguientes
aspectos:
- Eficacia e indicaciones terapéuticas debidamente demostradas;
- Restricciones apropiadas aplicando criterios científicos de seguridad
al acceso libre a los productos antibióticos de uso sistémico (oral u
parenteral) a través de la determinación de la condición de dispensa al
público como “venta bajo receta archivada”; y
- Adecuación del número de unidades disponibles en las presentaciones de
venta según la concentración y vía de administración y a criterios
médico-científicos sustentados en las guías de tratamiento de entidades
médicas reconocidas.
5.2. Situación actual de la regulación del uso de antimicrobianos en
salud humana
La autoridad reguladora nacional es la Administración Nacional de
Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), y su ámbito de
aplicación es la importación/exportación y el tránsito federal de los
medicamentos. Sin embargo, en la organización federal del país, las
provincias conservan el poder de regulación y fiscalización dentro de
sus jurisdicciones. Esto motivó la necesidad de crear un espacio de
coordinación denominado ANMAT FEDERAL. El objetivo del Plan ANMAT
FEDERAL es fortalecer las capacidades nacionales y provinciales de
regulación, fiscalización y vigilancia de los productos para la salud
(medicamentos, alimentos y tecnología), a través de la conformación de
una red con referentes en cada jurisdicción.
La Resolución 3835/69 (modificada luego por Resolución 378/70) del
entonces Ministerio de Bienestar Social, estableció que los medicamentos
cuyos ingredientes farmacéuticos activos (IFAs) tuvieran actividad
antibiótica de uso sistémico deberán ser dispensados de acuerdo a su
condición de inscripción con Venta Bajo Receta Archivada a partir del 1
de enero de 1970, y ambas se encuentran aún vigentes. Las recetas deben
ser archivadas por fecha correlativa y conservadas por un lapso de dos
años, vencido el cual la farmacia puede proceder a su destrucción. Por
otra parte, el Art. 36 del Decreto 7123/68, reglamentario de la Ley
17.565, definió que: “La adquisición y venta que realicen las droguerías
de productos de venta bajo receta archivada deberá hacerse por factura
y/o remito separado..., debiendo conservarse la documentación archivada
en forma ordenada, y ser exhibida y puesta a disposición de los
inspectores de la Secretaría de Estado de Salud Pública, a su
requerimiento.”.
En la práctica, se reconoce el incumplimiento de la dispensa con estas
exigencias por parte de los establecimientos farmacéuticos por lo que se
abren dos campos de responsabilidad. Un primer campo corresponde a la
responsabilidad administrativa del control del ejercicio profesional
farmacéutico. Este control corresponde a las autoridades sanitarias
locales. En el ámbito de CABA actualmente es la Dirección de Registro
Fiscalización y Sanidad de Fronteras del Ministerio de Salud de Nación,
la cual al constatar las transgresiones a la normativa debe iniciar las
actuaciones sumariales correspondientes, pudiendo concluir con las
sanciones que establece el art. 45 de la Ley 17.565 de Ejercicio de la
Actividad de Farmacia: apercibimiento, multa, clausura del
establecimiento, suspensión de la matrícula y/o inhabilitación.
Un segundo campo de responsabilidad se abrió con la Ley 26.524 (2009)
del Código Penal, la cual estableció que la dispensa de cualquier tipo
de especialidad medicinal sin cumplimiento de las condiciones legales de
expendio configura un tipo penal el cual puede sancionarse con una pena
de prisión de hasta TRES años.
En relación a la publicidad de los antimicrobianos, ésta se encuentra
prohibida desde 1964 a partir del Art. 19 de la Ley Nacional de
Medicamentos Nº 16.463, que establece que “Queda prohibido: (inciso d)
Toda forma de anuncio al público de los productos cuyo expendio sólo
haya sido autorizado bajo receta”.
5.3. Líneas estratégicas para la regulación del uso de antimicrobianos
en salud humana
a) Implementación de medidas que promuevan el uso adecuado de
antimicrobianos según preceptos científico-técnicos;
b) Capacitación para el cumplimiento de las Resoluciones 3835/69 y
378/70 sobre la venta de antimicrobianos bajo receta archivada a través
de su verificación en las inspecciones a las farmacias; y
c) Desarrollo de un procedimiento de evaluación preferencial de nuevos
antimicrobianos o nuevas formulaciones y métodos rápidos de diagnóstico
para infecciones resistentes.
5.4. Acciones específicas para la regulación del uso de antimicrobianos
en salud humana
a) Verificar y adecuar la condición de expendio autorizada oportunamente
en el registro de cada uno de los medicamentos con acción antibiótica de
uso sistémico;
b) Sensibilizar y capacitar a los integrantes de la Red de ANMAT FEDERAL
sobre la efectiva dispensa bajo receta archivada de los medicamentos
antibióticos de uso sistémico;
c) Generar instrumentos reguladores que faciliten las actividades de
control, por ejemplo, ampliando a los antimicrobianos lo establecido por
la Disposición 38/90 de la entonces Subsecretaría de Administración de
Servicios y Programas de Salud para los sicotrópicos y estupefacientes
(Leyes 17.818 y 19.303), por la cual se exige que la venta que realicen
los Laboratorios a las Droguerías y éstas a las Farmacias, debe ser
facturada (con factura y remito) en forma separada de cualquier otro
medicamento, consignando los números de partida y de serie de
fabricación;
d) Revisar, con la cooperación de las sociedades profesionales
relacionadas con la temática, la adecuación de las presentaciones
comerciales de antimicrobianos a la duración y dosis recomendada de
tratamientos, con el objeto de evitar el incumplimiento del mismo por
parte de los pacientes toda vez que la presentación comercial no alcance
para completar el tratamiento indicado o sobren unidades al finalizar el
mismo; e
e) Implementar un procedimiento ágil de revisión de nuevos métodos
diagnósticos para la detección precoz de RAM y de nuevos principios
activos o nuevas formulaciones de los existentes para tratamiento de las
infecciones, con la cooperación de ANLIS y SADI.
6. REGULACIÓN DEL USO DE ANTIMICROBIANOS EN SALUD ANIMAL Y PRODUCCIÓN
AGROALIMENTARIA
6.1. Definición y relación con el problema de la RAM
El objetivo de la regulación de los alimentos de origen animal es
garantizar la seguridad de este tipo de alimentos para la población. En
Argentina, la autoridad reguladora es el Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria (SENASA).
La regulación tiene impacto en la vigilancia del uso de agentes
antimicrobianos y en su uso racional y prudente en sanidad animal y
producción agroalimentaria, mediante mecanismos de registro de
productos, regulación de su uso y en el control de residuos o
contaminantes en los alimentos de ese origen.
6.2. Situación actual de la regulación del uso de antimicrobianos en
salud animal y producción agroalimentaria
Desde hace más de diez años, el SENASA lleva adelante un Programa de
Control de Residuos, Contaminantes e Higiene de Alimentos de origen
animal. Este programa busca detectar la presencia de residuos químicos y
contaminantes en alimentos de origen animal que puedan afectar la salud
de los consumidores. Entre los residuos bajo control se encuentran
diversos agentes antimicrobianos, los cuales pueden generar resistencia
antimicrobiana cuando se encuentran presentes en los alimentos.
En cuanto a la regulación aplicable, en 2007, la Resolución SENASA 609
estableció que todos los productos veterinarios con acción
antimicrobiana se encuentran en la categoría de venta bajo receta. En
2011, la Resolución 666 determinó que los establecimientos de producción
de animales para consumo humano deben llevar un libro de registro de
tratamientos sujeto a inspección por el SENASA en el que se deberá
consignar toda administración de productos veterinarios sobre los
animales de producción.
Por último, en 2013 el SENASA instituyó el Sistema Nacional de
Trazabilidad de Productos Fitosanitarios y Veterinarios, el cual
permitirá conocer el volumen y tipo de antimicrobianos que se
comercializa en el marco de la comercialización de los productos
veterinarios. Este sistema on line se basa en las declaraciones juradas
de venta de productos veterinarios que involucra a todos los eslabones
de la cadena comercial, desde el elaborador o el importador del producto
hasta el veterinario que indica y vende el producto. De esta manera,
toda vez que se realiza una venta, el vendedor debe declarar qué vendió,
y el comprador que aceptó la venta y que asume la responsabilidad por la
tenencia de los productos adquiridos.
6.3. Líneas estratégicas para la regulación del uso de antimicrobianos
en salud animal y producción agroalimentaria
a) Desarrollo o actualización de regulaciones sobre el uso de
antimicrobianos, destinadas a preservar la sensibilidad bacteriana como
recurso no renovable; y
b) Participación en instancias internacionales de discusión sobre las
prácticas reguladoras para la sanidad animal.
6.4. Acciones específicas para la regulación del uso de antimicrobianos
en salud animal y producción agroalimentaria
a) Recopilar y analizar resultados de los sistemas de vigilancia y
trazabilidad de productos veterinarios para la realización de análisis
de riesgos y creación de perfiles de riesgo;
b) Fortalecer los controles de venta indiscriminada y uso de
antibióticos;
c) Establecer que toda comercialización de antibióticos se realice a
cargo de un profesional matriculado; y
d) Crear una instancia de discusión sobre el uso de antimicrobianos con
las cámaras de la industria de productos veterinarios, los colegios de
profesionales, las universidades y el Ministerio de Salud.
7. USO RESPONSABLE DE ANTIMICROBIANOS EN SALUD HUMANA
7.1. Definición y relación con el problema de la RAM
La OMS define como uso adecuado de los antimicrobianos el uso eficaz en
relación con el costo de los antimicrobianos con el cual se obtiene el
máximo efecto clínico-terapéutico y simultáneamente se minimiza la
toxicidad del medicamento y el desarrollo de RAM.
Los principios generales que se aplican al uso adecuado de los
antimicrobianos son iguales a los de otros productos medicinales, pero
con una particularidad: el tratamiento individual tiene repercusión en
la salud de la sociedad como resultado de la inducción de generación de
resistencia y la presión selectiva ejercida sobre los microorganismos
sensibles. Además, la falla terapéutica debida a agentes patógenos
resistentes a los fármacos o a superinfecciones aumenta su potencial de
diseminación en todo el hospital y/o en la comunidad. A pesar de que
este es un efecto esperable aún cuando se usan de manera correcta, el
uso inapropiado acelera notablemente este fenómeno.
La elección del tratamiento antimicrobiano apropiado puede ser sencilla
en caso de agentes causales conocidos o que pueden deducirse con
bastante certeza de la presentación clínica del paciente. Sin embargo,
cuando se carece de un diagnóstico microbiológico confiable o la
infección es pluricausal, el tratamiento empírico es la práctica
habitual, y a menudo incluye antimicrobianos de espectro amplio. En
condiciones ideales, la elección del medicamento debería hacerse con
base en la información local, institucional y/o regional de la
vigilancia de la resistencia y siguiendo las normas de tratamiento
propuestas por sociedades científicas.
7.2. Situación actual del uso responsable de antimicrobianos en salud
humana
La mayor parte de los antimicrobianos usados en salud humana se destina
al tratamiento de infecciones ambulatorias, aún cuando muchas de ellas
son de etiología viral y no requieren antibióticos. Por otra parte, los
antimicrobianos se encuentran entre los medicamentos de mayor uso en los
hospitales: se estima que entre el 25 y el 41% de los pacientes
internados recibe antibióticos, habitualmente de amplio espectro, y
aproximadamente el 60% recibe al menos una dosis durante su ingreso. Por
otra parte, ha sido ya demostrado en numerosos estudios que la
utilización de antimicrobianos en el medio hospitalario se puede
optimizar en el 30-50% de los casos.
Por estos motivos se generaron hace tiempo los programas institucionales
de salvaguarda de los antimicrobianos (conocidos en inglés como
“Antimicrobial Stewardship Programs”). Estos programas buscan mejorar la
utilización de estos medicamentos en los hospitales a través de tres
acciones: a) optimizar los resultados clínicos; b) reducir los efectos
adversos, incluyendo la resistencia, y c) garantizar una terapia
costo-efectiva.
Finalmente, en el ámbito de la comunidad se observa una excesiva
confianza por parte de la población en el efecto de los antimicrobianos,
lo que conduce al uso de ellos sin prescripción médica y a la inadecuada
adherencia a los tratamientos (tanto los auto-instituidos como los
indicados por profesionales), en el marco de un desconocimiento de sus
efectos negativos.
7.3. Líneas estratégicas para el uso responsable de antimicrobianos en
salud humana
a) Cooperación entre el Ministerio de Salud de la Nación (Servicio de
Antimicrobianos INEI-ANLIS, Programa VIHDA INE-ANLIS, Programa REMEDIAR,
ANMAT), SADI y SATI;
b) Capacitación y promoción del uso racional y prudente de los
antimicrobianos destinada a los profesionales de salud en los ámbitos
ambulatorio y hospitalario; y
c) Difusión en la comunidad de la importancia del uso de antimicrobianos
con prescripción médica y la adherencia al tratamiento indicado.
7.4. Acciones específicas para el uso responsable de antimicrobianos en
salud humana
7.4.1. Equipos de salud
a) Implementar un curso virtual de actualización en uso responsable de
antimicrobianos en el ámbito ambulatorio y hospitalario, dirigido a
médicos (especialmente generalistas, de familia, pediatras, internistas
e intensivistas), enfermeros, farmacéuticos, odontólogos, bioquímicos y
a estudiantes avanzados de estas carreras. Se dictará en conjunto entre
SADI, SATI, ADECI y el Programa VIHDA, utilizando la plataforma de
Educación a Distancia del INE-ANLIS;
b) Realizar talleres regionales, entre el Programa VIHDA, SADI, SATI y
los referentes locales sobre el uso responsable de antimicrobianos para
difundir la problemática, los datos de la vigilancia y las guías y
recomendaciones de tratamiento. Las sedes serían: Resistencia, Tucumán,
Córdoba, Rosario, Mendoza, Bariloche, Puerto Madryn y Ushuaia;
c) Incorporar la temática de la RAM en la currícula de las carreras de
ciencias de la Salud, en trabajo conjunto con AFACIMERA;
d) Promover la cooperación entre sociedades científicas y de
profesionales de la salud para llevar a cabo cursos virtuales sobre
infecciones prevalentes según las especialidades, y la inclusión del
tema de la RAM en la agenda de sus respectivos congresos; y
e) Continuar los cursos sobre Terapia Racional del programa REMEDIAR, la
cooperación con SADI para la elaboración de contenidos y el dictado con
las universidades participantes.
7.4.2. Comunidad
a) Elaborar materiales de difusión (folletos, afiches, artículos, etc.)
y realizar campañas en medios de comunicación;
b) Concientizar a la población y a los profesionales médicos y
farmacéuticos involucrados acerca de la exigencia de la venta bajo
receta archivada de los antimicrobianos; e
c) Implementar el Día Nacional del Uso Responsable de Antibióticos para
realizar acciones que promuevan el reconocimiento del problema y su
prevención. Debido a que el mayor uso de antimicrobianos se registra en
invierno, la fecha propuesta es el 21 de junio.
8. USO RESPONSABLE DE ANTIMICROBIANOS EN SALUD ANIMAL Y PRODUCCIÓN
AGROALIMENTARIA
8.1. Definición y relación con el problema de la RAM
El uso responsable de antimicrobianos en salud animal y producción
agroalimentaria refiere a la implementación de medidas y recomendaciones
prácticas para mejorar la sanidad y el bienestar animal y, al mismo
tiempo, prevenir y/o reducir la emergencia y propagación de bacterias
resistentes a los antimicrobianos en animales y en humanos. Estas
medidas tienen los siguientes objetivos:
a) garantizar el uso racional de los agentes antimicrobianos en los
animales, con vistas a optimizar su eficacia y su inocuidad;
b) cumplir con la obligación ética y la necesidad económica de mantener
a los animales en buen estado de salud;
c) prevenir o reducir la transferencia de microorganismos resistentes o
determinantes de resistencia en el seno de las poblaciones animales, su
entorno y entre los animales y los seres humanos;
d) contribuir a mantener la eficacia y la utilidad de los agentes
antimicrobianos utilizados en medicina humana y veterinaria;
e) proteger la salud del consumidor garantizando la inocuidad de los
alimentos de origen animal en relación con los residuos de agentes
antimicrobianos.
Las medidas incluyen acciones a nivel de todas las etapas y los actores
que intervienen en el ciclo de uso de los antimicrobianos, desde su
registro en el SENASA hasta su prescripción, comercialización y consumo.
8.2. Situación actual del uso responsable de antimicrobianos en salud
animal y producción agroalimentaria
No existen datos nacionales sobre la cantidad de antimicrobianos
utilizados en las diferentes especies animales. A nivel mundial, se
estima que la mitad de los antibióticos producidos se destina a uso
veterinaria, de lo cual el 80% corresponde a producciones intensivas de
cerdos, aves y bovinos, un 10% a mascotas (perros y gatos) y el 5%
restante a piscicultura. A su vez, un porcentaje importante del uso en
producción intensiva no cumple con un fin terapéutico, sino que se
utiliza como aditivo promotor del crecimiento.
Tampoco existen en el país reglamentaciones que establezcan prácticas
específicas para el uso responsable de antimicrobianos. A nivel mundial,
el Código Sanitario para los Animales Terrestres (OIE) especifica los
criterios y las medidas para lograr el uso responsable de los
antimicrobianos, y actúa como una norma internacional para sus países
miembros. Algunas de las acciones detalladas en esta norma global se
encuentran reglamentadas y se aplican en nuestro país, tales como la
exigencia de requisitos para la autorización de comercialización y
controles de calidad por parte de los fabricantes, y la definición y
control del cumplimiento de los períodos de restricción pre-faena y pre-ordeñe.
Asimismo, las regulaciones generadas por el SENASA en los últimos años,
y destinadas a la trazabilidad de productos y a registros de
tratamientos se adecuan también al Código de la OIE.
Por otra parte, existen ámbitos que requieren de mayores acciones, tales
como los sistemas de contralor de las prescripciones y su trazabilidad,
actualmente en desarrollo. Asimismo, se debe tener en cuenta que no se
han realizado aún campañas sistematizadas a nivel nacional para a la
difusión de buenas prácticas de uso.
8.3. Líneas estratégicas para el uso responsable de antimicrobianos en
salud animal y producción agroalimentaria
a) Desarrollo de conocimiento, formación e información a profesionales
veterinarios sobre el uso prudente y responsable de antibióticos,
sustentado sobre bases farmacocinéticas, farmacodinámicas y
toxicológicas;
b) Intensificación de los controles de comercialización de formulaciones
antimicrobianas;
c) Regulación del uso de antimicrobianos en función de la información
que se obtenga del programa de vigilancia, y el correspondiente análisis
de riesgos;
d) Incremento del conocimiento farmacológico y farmacotécnico sobre el
comportamiento de las formulaciones antibióticas, vehiculizadas en
matrices biológicas y en los animales, considerando el impacto en el
medio ambiente;
e) Control de la evolución de resistencia bacteriana a antibióticos en
la clínica de pequeños animales y producciones intensivas; y
f) Promoción del uso responsable de antimicrobianos, incluyendo su
correcta prescripción y administración por parte de los veterinarios.
8.4 Acciones específicas para el uso responsable de antimicrobianos en
salud animal y producción agroalimentaria
a) Elaborar una guía de buena práctica para la prescripción y uso de
antimicrobianos y otros productos veterinarios, en línea con las
referencias internacionales;
b) Organizar cursos y talleres de capacitación para veterinarios de
práctica libre y aquellos que actúan en la cadena de comercialización o
están a cargo de explotaciones pecuarias y de plantas productoras de
alimentos balanceados, en conjunto con las universidades, los colegios
profesionales y grupos técnicos de intercambio de las diferentes
actividades productivas (cerdos, aves, bovinos, etc.);
c) Incorporar la temática de la RAM en la currícula de las carreras de
veterinaria, en trabajo conjunto con el Consejo Nacional de Decanos de
Ciencias Veterinarias; y
d) Sostener y potenciar el contralor en todas las etapas del proceso de
distribución y uso de antimicrobianos, ampliando al resto de los
medicamentos veterinarios con impacto en la salud humana.
9. PREVENCIÓN Y CONTROL DE INFECCIONES ASOCIADAS AL CUIDADO DE LA SALUD
HUMANA
9.1. Definición y relación con el problema de la RAM
Infección Hospitalaria (IH) o Infección asociada al cuidado de la salud
(IACS) es toda afección localizada o sistémica producida como
consecuencia de una reacción adversa a la presencia de uno o más agentes
infecciosos o sus toxinas, que se presenta en un paciente asistido en
una institución de salud y no estuviese presente o incubándose al
momento de la admisión del paciente, salvo que se relacione con una
admisión previa en la misma institución.
Los pacientes internados constituyen uno de los principales reservorios
de microorganismos resistentes a los antimicrobianos y actúan como
fuente de infección en las instituciones y en la comunidad. A su vez,
los enfermos crónicos que requieren de frecuentes hospitalizaciones
corren mayor riesgo de contraer infecciones por gérmenes resistentes.
El control deficiente de infecciones en cualquier entorno incrementa
enormemente el riesgo de propagación de infecciones multirresistentes,
especialmente durante los brotes. Por esta razón, las medidas de
prevención y control de infecciones son fundamentales para contener la
propagación de la RAM.
9.2. Situación actual de la prevención y control de infecciones en salud
humana
El Programa Nacional de Epidemiología y Control de Infecciones
Hospitalarias tiene sede en el Instituto Nacional de Epidemiología (INE-ANLIS),
y fue creado por Resolución 2885/83 del entonces Ministerio de Acción
Social, con el propósito de “contribuir a la reducción de la
morbimortalidad por IACS y a mejorar la calidad de atención en los
hospitales del país”. El Programa trabaja sistemática e
ininterrumpidamente en 6 ejes interconectados: Docencia, Investigación,
Normatización, Vigilancia, Asesoramiento y Educación para la salud.
En referencia a la vigilancia, en 1995 se implementó a modo piloto el
Sistema Intensificado de Vigilancia Epidemiológica Nacional de
Infecciones Hospitalarias (SIVENIH) que involucró a 25 hospitales
públicos y privados del país, voluntariamente adheridos, quienes
recolectaron y analizaron datos de vigilancia durante 2 años. El
análisis de la experiencia piloto permitió detectar las fortalezas,
debilidades y necesidades del sistema y, en 2004, se creó el Programa
Nacional de Vigilancia de Infecciones Hospitalarias de Argentina (VIHDA)
para el seguimiento de IACS en los hospitales adheridos. Este programa
es de carácter voluntario y los hospitales deben cumplir una serie de
requisitos para ser admitidos en él.
El Programa VIHDA actualmente integra a diversas instituciones de salud
del país en una red dedicada a la prevención, vigilancia y control
continuo y sistematizado de las IACS, lo que le permite a cada
institución disponer de sus propios indicadores de manera instantánea
para actuar inmediatamente al respecto. Estas instituciones reportan al
Programa la información relevante de la vigilancia a través de un
sistema informático especialmente diseñado, el cual puede generar
reportes automáticos e inmediatos de indicadores propios. La información
es también consolidada a nivel nacional, con elaboración de indicadores
nacionales.
La estrategia de vigilancia del Programa VIHDA posee los siguientes
componentes:
a) Vigilancia intensificada en áreas críticas y quirúrgicas, a través
del Software VIHDA; y
b) Estudios periódicos de Prevalencia de Infecciones Hospitalarias de
Argentina (ENPIHA), a través del software SisWEP.
Además de un programa nacional de vigilancia de las IACS, el otro
elemento esencial para la reducción de la morbi-mortalidad ocasionada
por ellas es la constitución en hospitales de un Comité de Control y
Prevención de Infecciones, conformado por un equipo de profesionales que
realizan actividades de detección, prevención, control, vigilancia,
capacitación, docencia e investigación, para la detección, manejo y
control de las IACS. En nuestro país, la mayoría de los hospitales de
mayor complejidad ya lo han constituido.
La estructura básica de un Comité de Control de Infecciones comprende
dos comisiones: una ejecutiva y otra ampliada. La primera debe estar
integrada por un médico infectólogo, una enfermera responsable de
control de infecciones (ECI) y un representante del Laboratorio de
Microbiología. La segunda debe conformarse con representantes de los
distintos servicios del hospital (enfermería, jefe de cirugía, UCIA/UCIP,
esterilización, farmacia, administración, lavadero, compras, etc.), a
fin de intermediar entre la comisión ejecutiva y los servicios.
9.3. Líneas estratégicas para la prevención y control de infecciones en
salud humana
9.3.1. Fortalecimiento de los programas de prevención y control de
infecciones en servicios asistenciales con internación, con los
siguientes elementos:
a) Estructura orgánica para facilitar la formulación y la gestión de
políticas y estrategias de prevención y control de infecciones;
b) Elaboración, implementación y actualización de directrices de
prevención y control de infecciones, incluyendo el control de la
resistencia a los antimicrobianos;
c) Capacitación de los equipos de salud en los principios y prácticas de
prevención y control de infecciones;
d) Ambientes apropiados (infraestructura y equipamiento) para la
aplicación adecuada de los principios y prácticas de prevención y
control de infecciones;
e) Servicios de laboratorio y de diagnóstico que permitan la detección
exacta y oportuna de microorganismos resistentes para fundamentar la
prescripción de antimicrobianos;
f) Estrategia de vigilancia para posibilitar la detección y contención
precoces de infecciones por microorganismos multirresistentes
emergentes;
g) Monitoreo y evaluación del programa para adaptar la estrategia según
necesidad;
h) Inclusión del cargo de Enfermero en Control de Infecciones en el
escalafón y requisitos para la función en proporción a la cantidad de
camas de las instituciones; y
i) Comunicación con las autoridades y todos los servicios del
establecimiento.
9.3.2. Promoción de la aplicación de las normas de prevención y control
de infecciones en establecimientos de salud (higiene de manos,
precauciones de barrera, asepsia, desinfección y esterilización, higiene
ambiental y manejo de residuos), y capacitación sobre el control y la
prevención de infecciones en entornos comunitarios.
9.3.3. Fortalecimiento de los programas provinciales de prevención y
control de infecciones.
9.4. Acciones específicas para la prevención y control de infecciones en
salud humana
a) Implementar un curso sobre control y prevención de IACS en forma
conjunta entre el Programa VIHDA, SADI, SATI y ADECI, en la plataforma
de educación a distancia de ANLIS.
b) Actualizar el Consenso INE-SADI 2011 “La multirresistencia: un
problema a abordar en forma interdisciplinaria e interinstitucional”.
Este Consenso incluye la siguiente temática: manejo adecuado de
antibióticos; optimización de los procesos de prevención de IACS; y uso
de antimicrobianos en grandes animales y en alimentos de origen
agropecuario, y su implicancia en la salud humana;
c) Incentivar la incorporación de más hospitales al programa VIHDA y
optimizar la base de datos para facilitar su carga;
d) Supervisar y asesorar a los establecimientos de salud de referencia
en cada provincia, a cargo del Programa VIHDA;
e) Asesorar en forma directa a profesionales de la salud desde el
Programa VIHDA;
f) Implementar el Programa de Autoevaluación para los programas de
prevención y control de IACS en establecimientos de salud de referencia;
g) Promover el reconocimiento de las tareas de enfermería en control de
infecciones en los hospitales del país; y
h) Estimular la mejora continua de la infraestructura, personal e
instrumental para lograr una adecuada prevención y control de las
infecciones intrahospitalarias.
10. PREVENCIÓN Y CONTROL DE INFECCIONES EN SALUD ANIMAL Y PRODUCCIÓN
AGROALIMENTARIA
10.1. Definición y relación con el problema de la RAM
La ganadería desempeña un importante papel para la seguridad e inocuidad
alimentaria y la nutrición de los seres humanos. El desarrollo de los
sistemas productivos ha derivado en una creciente demanda de
alternativas profilácticas y terapéuticas, y los antimicrobianos se han
transformado en herramientas esenciales para el tratamiento y control de
las enfermedades infecciosas de los animales.
La tecnificación en el proceso de producción de proteínas de origen
animal no ha quedado exenta de resultar en una mayor presión de
selección de cepas resistentes, considerándose que la producción de
alimentos de origen animal constituye un factor importante de riesgo de
selección y propagación a los seres humanos de los microorganismos
resistentes a los antimicrobianos, así como de sus determinantes de
resistencia, principalmente a través del consumo de alimentos.
El tratamiento de los animales enfermos en medicina veterinaria
representa un verdadero desafío, debido a que la medicina individual ha
evolucionado hacia una medicina de tipo colectivo después de la
generalización de las producciones intensivas, donde ya no se habla de
un animal enfermo sino de un conjunto de animales enfermos que deben ser
atendidos. En estos casos, es difícil suponer que todos los animales
tratados a un mismo tiempo con una dosis adecuada incorporada en el agua
de bebida, en los alimentos o por vía parenteral, tengan una misma
respuesta terapéutica, lo que predispone a que algunos de ellos sean sub
dosificados y a que persista la presión de infección dentro del grupo
tratado. Esto aumenta enormemente el riesgo de propagación de la
infección atentando contra el bienestar animal y predisponiendo al
desarrollo de infecciones multirresistentes.
La sub dosificación, el uso profiláctico y la aplicación de
antimicrobianos como promotores del crecimiento facilitan al desarrollo
de infecciones asociadas con RAM, lo que representa un problema real
para la salud pública por tratarse en muchas casos de enfermedades de
carácter zoonótico -salmonelosis, campilobacteriosis, Escherichia coli
enterohemorrágica.
10.2. Situación actual de la prevención y control de infecciones en
salud animal
Existen actualmente normas internacionales dedicadas al tema,
destacándose los Capítulos 6.7 al 6.10 del Código Sanitario para los
Animales Terrestres de la OIE, que abarcan desde la armonización de los
programas nacionales de vigilancia de la RAM, hasta las metodologías
para el seguimiento de las cantidades de antimicrobianos utilizadas y
sus patrones de uso, los criterios para su uso prudente y responsable, y
la metodología de aplicación de análisis de riesgos derivados del uso de
antimicrobianos en animales en toda la cadena alimentaria. Por otra
parte, la atención de la prevención y control de infecciones en medicina
veterinaria se suele dedicar en mayor medida a enfermedades sujetas a
notificación obligatoria, tales como fiebre aftosa, tuberculosis,
brucelosis, leptospirosis, hidatidosis, rabia o triquinelosis; y en
menor medida a las infecciones causadas por bacterias resistentes a los
antibióticos.
En relación a la vigilancia, el Sistema Mundial de Información Sanitaria
Animal que mantiene la OlE concentra la información que proveen los
países e incluye los eventos epidemiológicos importantes, así como el
seguimiento anual de ciertas enfermedades en animales terrestres y
acuáticos, incluyendo a los animales silvestres.
10.3. Líneas estratégicas para la prevención y control de infecciones en
salud animal
a) Desarrollo de programas de gestión, prevención y control de
enfermedades infecciosas asociadas con resistencia a los antimicrobianos
en medicina veterinaria, contemplando la bioseguridad de
establecimientos de producción intensiva en cuanto a infraestructura y
equipamiento adecuado para las prácticas de prevención y control de
infecciones;
b) Capacitación del personal técnico destinado a producciones animales
intensivas para la prevención y control de enfermedades infecciosas en
los entornos productivos; e
c) Implementación de laboratorios de diagnóstico en red que permitan la
identificación de microorganismos resistentes a antimicrobianos y el
monitoreo de las infecciones.
10.4. Acciones específicas para la prevención y control de infecciones
en salud animal
a) Desarrollar normativas para llevar adelante los programas de
prevención y control de infecciones entre el Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca, el Ministerio de Salud, las universidades y los
colegios profesionales;
b) Realizar cursos de capacitación a profesionales veterinarios dictados
en forma conjunta entre el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca,
el Ministerio de Salud, los colegios profesionales y las universidades;
c) Propiciar el cumplimiento de normas básicas de bioseguridad, higiene
y desinfección del personal, equipamiento y ambiente productivo
afectados a las producciones intensivas;
d) Generar laboratorios con diagnósticos protocolizados y trabajo en red
para determinar el nivel de resistencia de bacterias aisladas de
animales de consumo y la emergencia de mecanismos de resistencia a
antimicrobianos críticos en la salud humana y animal, como así también
el uso adecuado de antimicrobianos; y
e) Desarrollar un programa de monitoreo y evaluación para adoptar
estrategias conjuntas entre los ámbitos veterinario y humano.
ANEXO II
Comisión Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana
Artículo 1°: La Comisión Nacional para el Control de la Resistencia
Antimicrobiana será presidida por el titular de la Secretaría de
Promoción y Programas Sanitarios quien cursará las invitaciones a las
reuniones ordinarias y/o extraordinarias de la misma.
Artículo 2°: La Comisión Nacional para el Control de la Resistencia
Antimicrobiana será integrada por la máxima autoridad, o por un
representante por ella designada, de cada uno de los siguientes:
La Dirección Nacional de Prevención de Enfermedades y Riesgos;
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología
Médica (ANMAT);
El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Agudas (INEI)
dependiente de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos
de Salud (ANLIS);
El Instituto Nacional de Epidemiología (INE) dependiente de la
Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS);
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA);
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agro-alimentaria (SENASA);
El REMEDIAR + Redes; y
La Dirección de Economía de la Salud.
Artículo 3°: Invitase a las siguientes entidades a participar de la
Comisión Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana en
calidad de Miembro Invitado, a través de su máxima autoridad o de un
representante por ella designado:
Asociación Argentina de Enfermeros en Control de infecciones (ADECI);
Sociedad Argentina de Infectología (SADI);
Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI);
Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE); y
Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Artículo 4º: Los integrantes de la Comisión Nacional para el Control de
la Resistencia Antimicrobiana designados en los artículos 3° y 4°
desarrollarán sus funciones en carácter ad-honorem y sin perjuicio de
sus funciones específicas.
Artículo 5º: Facultase a la Comisión Nacional para el Control de la
Resistencia Antimicrobiana a convocar a otros organismos estatales,
sociedades científicas, entidades de la sociedad civil, académicos,
funcionarios y/o expertos en la materia cuando así lo estime oportuno y
conveniente en pos de cumplir con sus objetivos.
Artículo 6°: La Comisión Nacional para el Control de la Resistencia
Antimicrobiana se reunirá una vez cada tres (3) meses, o cuando el
Presidente de la Comisión lo considere necesario. Todas las decisiones
de la Comisión Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana
se adoptarán por mayoría simple de los miembros presentes.
Artículo 7°: Las reuniones y resoluciones adoptadas por la Comisión
Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana se registrarán
en un libro de actas. Previo al inicio de cada reunión se designará
entre los presentes un secretario de actas a fin de cumplir esta labor.
Una vez finalizada los presentes refrendarán la misma.